lunes, 6 de septiembre de 2010

EL CARACOL MANZANA


Caracol es el nombre común de los moluscos gasterópodos provistos de una concha espiral. Hay caracoles marinos (a veces denominados caracolas), dulceacuícolas y terrestres. Son muy apreciados por el hombre, tanto con fines coleccionistas como gastronómicos.
Los caracoles se mueven como los gusanos, alternando contracciones y elongaciones de su cuerpo, con una proverbial lentitud. Producen mucus para ayudarse en la locomoción reduciendo así la fricción. Esta mucosidad contribuye a su regulación térmica; también reduce el riesgo del caracol ante las heridas y las agresiones externas, notablemente las bacterianas y fúngicas, y los ayuda a mantenerse lejos de insectos potencialmente peligrosos como las hormigas. El mucus sirve además al caracol para desembarazarse de ciertas sustancias como los metales pesados y entra también en la composición de la cubierta.
Cuando se retrae en su concha, secreta un tipo especial de mucosidad que se polimeriza, para cubrir la entrada de su caparazón con una estructura llamada opérculo. Es similar en algunas especies de babosas, algo parecido a una cáscara debajo de su piel superior para prevenirlas de desecarse por completo. El opérculo de algunos caracoles tiene un olor agradable cuando se quema, por eso a veces se usa como un constituyente del incienso. Este opérculo suele ser fino en las especies terrestres y en otras como las marinas, muy mineralizado
Descontando los caracoles marinos, en invierno o en estaciones secas, muchas especies terrestres o de agua dulce hibernan en su concha sellándose con el opérculo, que les sirve de protección para la hibernación y que se destruye en la primavera o cuando el entorno se hace más húmedo. Algunas especies se reúnen e hibernan en grupos mientras que otras se entierran antes de la hibernación.
El caracol de tierra más grande es el caracol gigante africano (Achatina fulica) que puede medir hasta 30 cm; Pomacea maculata (familia Ampullariidae), el caracol de manzana gigante es el caracol más grande de agua dulce, con un tamaño que alcanza los 15 cm de diámetro y más de 600 g de peso. El más grande de todos los caracoles es el Syrinx aruanus, una especie marina que vive en Australia.
La concha del caracol es un ejemplo de la representación de Phi en la naturaleza. Las formas de las conchas de ciertos caracoles de mar (Conus, Cymbiola) están constituidas por la versión biológica de un autómata celular.
Cuando el caracol crece, también lo hace su concha. Un caracol cerrará una sección de su concha y añadirá una nueva cámara al crecer, cada cámara será más grande que la anterior por un factor constante. Como resultado, la concha formará una espiral logarítmica. En algún momento, el caracol construye un reborde alrededor de la abertura de la concha, deja de crecer, y comienza a reproducirse.
La concha del caracol y las cubiertas de los huevos están formadas principalmente por carbonato de calcio como las conchas de otros moluscos. A causa de esto, requieren una buena cantidad de calcio en su dieta y ambiente acuoso para producir una concha fuerte. Una carencia de calcio, o una fluctuación en el nivel de pH en su entorno, probablemente hará que su concha sea fina, se raje, o tenga agujeros. Por lo general, un caracol puede reparar su daño en la concha con el tiempo, si sus condiciones de vida mejoran, pero algún deterioro lo bastante grave podría ser fatal para el caracol. Por eso


los caracoles se desarrollan mejor en las zonas calizas. Donde el carbonato cálcico escasea, algunas especies faltan y otras, las más adaptables, tragan piedrecitas que contienen calcio, roen huesos, pintura caliza o plantas ricas en calcio.
Pertenecientes al grupo de los pulmonados, su musculosa cavidad paleal, se ha transformado en pulmón. La superficie interior está ricamente vascularizada y debido a que su base está unida al pie, permite la ventilación. Tienen una concha globulosa helicoidal y dos pares de tentáculos retráctiles, un par provisto de ojos y el otro táctil. La concha de la mayoría de los caracoles terrestres se arrolla casi siempre en sentido dextrógiro, es decir en el mismo sentido que las agujas del reloj, aunque en algunas especies su concha lo hace en sentido contrario, levógiro. Helix aspersa es una de las varias especies similares que se denominan caracol terrestre; entre las que destacan:
Hibernación
Los caracoles hibernan (normalmente desde octubre/abril hasta finales de abril/octubre). También pueden detener su actividad en verano en condiciones de sequía, lo que se le conoce como estivación. Para mantenerse húmedos durante la hibernación, sellan la apertura de su concha con una capa seca de mucosidad llamada epifragma.
Reproducción

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Dos caracoles antes de la cópula.

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Conexión del aparato reproductor a la hora del aparejamiento (Ilustración de Férussac en 1820).

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Helix pomatia copulando.



Los caracoles son hermafroditas, producen tanto espermatozoides como óvulos. Deben acoplarse porque no pueden autofecundarse. Están equipados de un pene y del órgano receptivo correspondiente. Otros, como los caracoles manzana o Ampullariidae, son hembra o macho.
Los caracoles de jardín, por parejas, se inseminan el uno al otro, para fertilizar internamente sus óvulos. Generalmente, en la primavera y el otoño de las zonas templadas, mientras el tiempo permanece caliente y húmedo. La cópula se hace generalmente de noche y dura de promedio entre 4 y 7 horas. Se lanzan el uno al otro una saeta espiral de carbonato cálcico, que desaparece en el interior del receptor, donde se disuelve y libera el esperma.
Después hacen un agujero, enterrando sus huevos algunos centímetros bajo la superficie de la capa fértil. Pasados 12 días (hasta 1 mes según las condiciones climatológicas), estos huevos eclosionan y surgen las caracolitas. Cada puesta consiste en hasta ~100 huevos. Son capaces de poner huevos una vez cada mes.
Depredadores
Los caracoles tienen muchos depredadores naturales, incluyendo otras especies de caracoles, escarabajos, serpientes, sapos, tortugas, una oruga depredadora y aves como gallináceas, faisánidas, acuáticas, anátidas, túrdidos, además de un gavilán caracolero especializado en cazar caracoles de laguna (Ampullariidae).
Se sabe de igual forma que durante su ciclo reproductivo en la etapa de huevecillos, estos son presa de varios depredadores como el caso de los ciempiés o escolopendras (quilópodos). Los humanos también aportan grandes peligros para los caracoles. Además de la amenaza obvia de pisarlos, la contaminación del agua y la lluvia ácida destruyen sus caparazones y los envenenan, causando la extinción de muchas de estas especies. Además, los caracoles son usados en la alimentación humana en todo el mundo.
Esperanza de vida
La vida de los caracoles varía de una especie a otra. En su hábitat natural, los caracoles Achatinidae viven alrededor de entre 5 a 7 años y los caracoles del género Helix aproximadamente de 2 a 3. Los caracoles manzana acuáticos viven sólo 1 año aproximadamente. La mayor parte de las muertes son debidas a depredadores o parásitos. En ocasiones, los caracoles han vivido más allá de su vida normal, hasta los 30 años o más.[cita requerida]
Usos culinarios

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Caracoles horneados con mantequilla y perejil, según una receta francesa.

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Caracoles a la llauna, típicos de Lérida.



La antigüedad del caracol en la dieta humana se remonta a la Edad del Bronce, al menos 1800 a. C., basándose en fósiles encontrados. Pero parece ser que fueron los romanos los que explotaron sus propiedades alimenticias llegando incluso a crear lugares para criarlos denominados cochlearium. Plinio el Viejo dejó escrito que Fulvius Hirpinus instaló una granja para la cría de caracoles en Tarquinia, sobre el año 50 a. C. Los romanos consumían a los caracoles no solo como alimento sino que suponían que era un remedio eficaz para enfermedades del estómago y de las vías respiratorias como dejó constancia Plinio El Viejo, que recomendaba la ingesta de caracoles en número impar como remedio para la tos y males estomacales.[1]
El caracol terrestre forma parte de la cocina mediterránea, especialmente la española y francesa, como uno de los manjares más exquisitos. También cabe destacar que al margen de estas cocinas el consumo del caracol se considera un uso culinario extraño, especialmente en la cocina estadounidense y se equipara a consumir una babosa, puesto que el caracol es precisamente eso, solo que posee una concha propia. Suele cocinarse al hervor y servirse acompañado de diversas salsas, aderezadas con hierbabuena.
Los caracoles son consumidos en diferentes partes del mundo. Aunque escargot sea la palabra francesa para "caracol", escargot en un menú inglés generalmente está reservado para los caracoles preparados con recetas tradicionales francesas (servido con su caparazón y aderezado con ajo, mantequilla y perejil).
En Europa se consumen varias especies

LA HIENA


La leucrota (También llamada leucrocota, crocuta y menos frecuentemente cenocroca) es un mamífero mitológico que guarda similitudes con las hienas y tenía repetidas apariciones en los bestiarios medievales.
a Leucrota parece tener su origen en las zona de Etiopía o India, llego a occidente por los trabajos de Ctesias, que la incluía en su Indika como una criatura verdadera, llego a ser muy conocida tras ser catalogada en la Naturalis Historiæ de Plinio el Viejo, gracias a estos antecedentes la leucrota apareció en gran parte de los bestiarios de la Edad Media.



Descripción
Representada comúnmente como una criatura híbrida, del tamaño de un asno, cabeza de caballo o tejón, cuello y patas delanteras de león, cuartos traseros de ciervo y una columna vertebral muy fuerte; se decía que nunca cerraba sus ojos, raras veces, aparece con cuernos, algo curioso es que era imposible para la criatura mirar detrás de si misma. La característica más llamativa de la leucrota era su larga y desmesurada boca que se extiende desde una oreja a la otra, la boca carece de piezas dentales individuales, solo tiene un único, gran e irrompible hueso. Posee la habilidad de imitar perfectamente los sonidos de la voz humana, con lo que se suponía atraía a los humanos a los arbustos o bosques donde se escondía, llamándolos repetidamente por su nombre, así cuando los hombres llegaban a una distancia adecuada, la leucrota los atacaba por la espalda. También solía desenterrar cuerpos de difuntos


Semejanzas con las hienas
El nombre científico de la hiena manchada, Crocuta crocuta, fue tomado de la mitológica leucrota; la naturaleza de la hiena coincide con la descripción de la leucrocota. La hiena posee una poderosa mordida y es carroñera, además de realizar ruidos similares a la voz humana, como su famosa risa; también comparten una sagaz


inteligencia. Por esto, la hiena se podría considerar la base para el mito de la crocuta, ante estas características se la ha llegado a clasificar como críptido, pero no cumple con todos los requisitos.

domingo, 5 de septiembre de 2010

EL PERRO DE AGUA


El perro venadero (Speothos venaticus), también conocido como zorro vinagre, zorro pitoco, yagua, ivigui, cinogalo, perro de agua, perro de monte o perro selvático, es un cánido que vive en bosques a menos de 1.500 msnm de Panamá a Paraguay y el norte de Argentina (visto por 1ª vez en 1974 [1]. A pesar de esta extensa distribución es raro encontrarlo, debido a que es muy sensible a la intervención del hábitat, estando ausente en zonas pobladas por humanos y áreas deforestadas


Su cuerpo mide entre 23 y 30 cm de altura y 60 y 75 cm de longitud; su cola tiene apenas 12 a 14 cm . Su peso es de 5 a 7 kg. La espalda y los costados son de color castaño a rojizo, la cabeza y cuello son generalmente más claros, en tanto que las extremidades y cola son siempre más obscuros, hasta negros. Difiere notablemente de otros cánidos por su aspecto similar al de un mustélido

Vive en grupos de 4 a 12 individuos. Tiene hábitos diurnos. Caza diversos animales, especialmente agutís, capibaras, venados y aves. Es excelente nadador y puede capturar presas en el agua; acostumbra bañarse en horas cálidas de día. Son buenos excavadores y se ha observado que pueden cavar un metro en 30 minutos


Tiene 2 a 6 cachorros por parto, generalmente en octubre, tras una gestación de 76 días. La lactancia dura 8 semanas. Hacia el año, llega a la madurez sexual. Puede vivir hasta 10 años.